Hola, soy Andrea Patón del grupo E 2.1.
Un día mi profesor de tecnología nos envió realizar una serie
de preguntas, a algún conocid@ científico o ingeniero, para el día de la mujer.
Yo acudí a Carol, una científica amiga de mi madre.
Carol nos habla sobre el lugar en el que trabaja, a qué se
dedica, por qué quiso estudiar eso, en qué temas ha colaborado…
A continuación, se puede leer lo que contestó:
"Soy Carolina y soy investigadora en el
Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímero (ICTP) del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) desde hace 27 años.
Mi
trabajo, además de ser el trabajo que siempre soñé, es de todo menos aburrido y
monótono (a veces, claro, jajaja).
En el
CSIC, se trabaja por proyectos de investigación que están englobados en
nuestras líneas de investigación, es decir, en lo que nos hemos estado
especializando. En mi caso, soy química y me especialicé en química orgánica,
comencé mi carrera como investigadora en la síntesis de nuevos polímeros. Esto
conlleva el diseño y obtención de nuevos materiales para diferentes
necesidades. Empecé a investigar en nuevos materiales que actuasen como
membranas separadoras de gases (purificación de gases, obtención de oxígeno) y
purificación de agua (membranas para mejorar los procesos de ósmosis inversa
para purificar agua). Con el tiempo, vas abarcando más líneas y participas en
diferentes líneas de investigación. Más tarde, me embarqué en un proyecto de
diseño de materiales para la obtención de células fotovoltaicas. Y en la
actualidad, en soportes para ingeniería de tejidos. Y sigues abriéndote camino
y sigo trabajando en diferentes campos que van intentando dar respuesta a lo
que demanda nuestra sociedad. Lo último que nos encaminó en una nueva línea de
investigación, es lo que nos impactó a nivel mundial en el año 2020, la
pandemia producida por el SARS-CoV-2 (virus causante de la COVID-19). Todos los
investigadores nos planteamos un gran reto: como intentar paliar el avance del
virus. Cada uno desde sus conocimientos, quiso aportar algo. En nuestro caso,
al ser especialistas en materiales, pensamos en diseñar materiales que
impidieran la proliferación del virus y que lo inactivaran y poder usar estos
materiales en nuestra vida cotidiana. Así nos pusimos manos a la obra y estamos
desarrollando textiles y recubrimientos viricidas que se pueden usar para la
fabricación de sábanas o uniformes para personal en hospitales o residencias
geriátricas o en mascarillas. El proyecto se está desarrollando con éxito y hay
empresas interesadas en implantarlo para fabricación. Este virus convivirá con
nosotros mucho tiempo, pero vendrán otros, eso es algo que es seguro.
Cuando tus desarrollos pasan a la empresa es lo que los investigadores llamamos
transferencia tecnológica que se diferencia de la investigación básica, que
también es necesaria.
Pero
esto que suena tan grande no explica cómo es nuestro día a día. En mi caso,
junto con mi grupo de trabajo, más investigadores, becarios predoctorales,
postdoctorales y estudiantes de fin de máster, además de estar al día de todas
las publicaciones científicas que salen sobre tu tema de investigación y no
dejar nunca de estudiar (eso no hay que olvidarlo), en el laboratorio,
sintetizas o modificas los nuevos materiales o algunos ya existentes, mides sus
propiedades y vuelves a modificar tu diseño para mejorarlas. Es un trabajo de
paciencia, ya que cada cosa lleva su tiempo, de tener todos tus datos en orden
para evaluar todas las variables y poder llegar a cumplir tus objetivos, lo que
se conoce como método científico.
La
carrera de investigador es algo muy largo, te embarcas sin saber si realmente
vas a estar haciéndolo toda tu vida. Yo tengo la suerte de trabajar en el CSIC
pero puedes investigar en empresas, aunque es un trabajo diferente, mucho más
enfocado al desarrollo.
Por
qué yo me embarqué en esta aventura es algo fácil de explicar. Siempre me
gustó, desde que estaba en el instituto, lo veía como un sueño. Me encantaban
las ciencias, aunque, hace años, no tenía muchos referentes que me pudieran
servir de ejemplo, y menos, mujeres, pero había, sí que las había (¡y las hay a
día de hoy, cada vez más!). En la universidad me fui dando cuenta de que era
posible intentarlo, pero era algo difícil de conseguir. Así que paso a paso, no
dejé de intentarlo. Podría haber intentado trabajar de química en una empresa,
pero perseguí mi sueño, y conseguí una beca para hacer la tesis doctoral. Hay
veces que te quedas ahí porque no hay continuidad, si no consigues que te
contraten, no puedes seguir, así que te vas fuera de España para seguir
formándote con la esperanza de volver a trabajar en casa o te quedas fuera si
te gusta. Yo conseguí una beca para trabajar fuera y pude volver y, con mucho
esfuerzo, y con épocas en las que no tienes continuidad laboral, saqué una
plaza y aquí sigo. Es un privilegio poder trabajar en algo que amas, aunque
tenga muchos sinsabores. La inversión en ciencia en España no es precisamente
grande, no estamos a la altura de otros países de Europa, pero seguimos al pie
del cañón con mucha ilusión y muy buenos cerebros. Puedo y debo decir que es un
trabajo vocacional, lo tienes que disfrutar y yo lo hago. En estos últimos
años, la sociedad nos empieza a ver como algo muy importante para nuestro
desarrollo y espero que esa buena imagen siga creciendo."
No hay comentarios:
Publicar un comentario